La familia desempeña un papel crucial en el desarrollo del niño. El centro comparte con la familia la labor educativa, completando y ampliando sus experiencias formativas.
La eficacia de la educación en infantil depende, en gran medida, de la unidad de criterios educativos en los distintos momentos de la vida del niño en casa y en el centro escolar. Para que sea posible es necesaria la comunicación y coordinación entre educadores y padres, continuidad entre el ambiente escolar y el familiar.
Además de las entrevistas personales con las educadoras, el centro facilita un completo programa de asesoramiento familiar que permite profundizar en las distintas facetas de la personalidad de sus hijos.
Pautas para facilitar el inicio del curso a padres y a hijos
La transición del hogar al centro presenta, generalmente, cambios para el niño si no se realiza de forma adecuada. Dichos cambios dependen de su nivel de seguridad e independencia dentro del hogar.
Es importante que aprendan la situación de separarse del padre o de la madre como algo pasajero.
La incorporación se adaptará a las necesidades del niño y la familia.
Los períodos de permanencia del niño en el centro serán al principio los que cada niño precise.
Su entrada en el centro no debería coincidir con cambios en su entorno familiar (nacimiento de un nuevo hermano, mudanzas…)
Un objeto de apego brinda al niño seguridad y confianza, podría ser muy útil en su adaptación.
Una adaptación en compañía de la familia: la madre y el padre pueden acompañar al niño durante sus primeras experiencias en el centro.